Este Ensayo sobre la educación de las mujeres, publicado por el hijo de la Condesa de Rémusat en París 1824, debió ser escrito entre 1802 y 1810, periodo en el que la Condesa vivía en el Palacio de Malmaison, al servicio de Josefina, de la que llegó a ser su confidente personal, especialmente en sus apasionadas y tortuosas relaciones con Napoleón.
El hecho de que no fuera publicado en vida de la Condesa rodea a la edición de un cierto misterio y un mayor interés. Remusat tenía un espíritu muy libre para la época y un gran sentido crítico describiendo la sociedad del momento, lo que no hacía muy conveniente su publicación. Aunque su sensibilidad y su agudeza se ponen de manifiesto en sus escritos. No es de extrañar que tanto Napoleón, como Telleyrand se encontraran entre sus admiradores.
Uno de los biógrafos de Napoleón, Octave Aubry, sugiere que, en su vida privada, debió sentirse atraído por la belleza e inteligencia de Mme. de Remusat, con la que conversaba a menudo e incluso con la que jugaba al ajedrez y la condesa ganaba siempre al bravo estratega militar. De hecho, existe una jugada de ajedrez que lleva el nombre de Rémusat…
El ensayo, que tiene un marcado carácter experiencial, versa sobre la educación de las niñas de finales del siglo XVIII y principios del XIX de la alta burguesía y la nobleza francesa. Sus palabras, reflexiones y opiniones ofrecen el testimonio de una mujer muy observadora, aguda y brillante, que explica de una manera incontestable, las causas de la desigualdad entre hombres y mujeres: la educación.