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RAMON LLULL LIBRO DE CONTEMPLACIÓN EN DIOS VOLUMEN II

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Libro de Contemplación en Dios

LIBRO TERCERO       VOLUMEN II

  COMIENZA LA XXIII DISTINCIÓN, QUE TRATA DE LA VISTA

103. Cómo ve el hombre la entrada y la salida que hace de este mundo.

 

 

104. Cómo ve el hombre qué cosas son bellas en este mundo y cuáles feas.

 

105. Cómo ve el hombre la alteración y el cambio que hay en las cosas mundanas.

 

106. Cómo ve el hombre las diferencias que hay en las criaturas.

 

107. Cómo ve el hombre lo que hacen los vegetales.

 

108. Cómo ve el hombre lo que hacen los animales.

 

109. Cómo ve el hombre lo que hacen las aves.

 

110. Cómo ve el hombre lo que hacen los clérigos.

 

111. Cómo ve el hombre lo que hacen los reyes y los príncipes.

 

112. Cómo ve el hombre lo que hacen los caballeros.

 

113. Cómo ve el hombre lo que hacen los peregrinos y los omeros.

 

114. Cómo ve el hombre lo que hacen los jueces, los abogados y los testigos.

 

115. Cómo ve el hombre lo que hacen los médicos.

 

116. Cómo ve el hombre lo que hacen los mercaderes.

 

117. Cómo ve el hombre lo que hacen los marineros.

 

118. Cómo ve el hombre lo que hacen los juglares.

 

119. Cómo ve el hombre lo que hacen los pastores.

 

120. Cómo ve el hombre lo que hacen los pintores.

 

121. Cómo ve el hombre lo que hacen los labradores.

 

122. Cómo ve el hombre lo que hacen los menestrales.

 

123. Cómo ve el hombre en la cruz la huella de nuestro Señor Jesucristo.

 

124. Cómo la vista corporal humana es finita y limitada.

 

 

  DE LA XXIV DISTINCIÓN, QUE TRATA DEL OÍDO

125. Cómo el hombre oye voces y palabras.

 

126. Cómo el hombre oye las alabanzas e infamias que unos hombres dicen de otros.

 

 

127. Cómo el oído humano es limitado.

 

 

 

    DE LA XXV DISTINCIÓN, QUE TRATA DEL OLFATO

128. Cómo el hombre huele los olores, y cómo el olfato humano es limitado.

 

  •  

 

  DE LA XXVI DISTINCIÓN, QUE TRATA DEL GUSTO

129. Cómo el hombre percibe las cosas dulces y las amargas, y cómo el gusto humano es limitado.

 

 

 DE LA XXVII DISTINCIÓN, QUE TRATA DE LA SENSIBILIDAD HUMANA

130. Cómo es sensible el hombre al calor y al frío.

 

131. Cómo es sensible el hombre al hambre y a la sed.

 

132. Cómo es sensible el hombre a la salud o a la enfermedad.

 

133. Cómo es sensible el hombre al descanso o al trabajo.

 

134. Cómo es sensible el hombre al pesar o al placer.

 

135. Cómo siente el hombre diligencia o pereza.

 

136. Cómo el hombre tiene sensibilidad ante el deseo o la añoranza.

 

 137. Cómo el hombre tiene sensación de valentía o de cobardía.

 

138. Cómo es sensible el hombre a la vergüenza.

 

139. Cómo es sensible el hombre a los celos. 

 

140. Cómo es sensible el hombre a la vanagloria.

 

141. Cómo siente el hombre el orgullo. 

 

142. Cómo se siente el hombre codicioso y envidioso.

 

143. Cómo es sensible el hombre a la lujuria.  

 

144. Cómo es sensible el hombre a la ira. 

 

145. Cómo es sensible el hombre a la gula.

 

146. Cómo es sensible el hombre al miedo.

 

147. Cómo es sensible el hombre a su sensualidad. 

 

148. Cómo la sensibilidad humana es limitada.

 

 

DE LA XXVIII DISTINCIÓN, QUE TRATA DEL PENSAMIENTO,

QUE ES UN SENTIDO ESPIRITUAL E INTELECTUAL EN EL HOMBRE

149. Cómo piensa el hombre sobre la esencia divina.

 

150. Cómo piensa el hombre sobre la gloriosa humanidad de nuestro Señor Jesucristo.

 

151. Cómo piensa el hombre sobre las obras que hace la divina esencia y sobre las obras que se hacen según el curso de la naturaleza.

 

152. Cómo piensa el hombre sobre lo que hacen los ángeles y los demonios.

 

153. Qué piensa el hombre de las obras de los animales.

 

154. Qué piensa el hombre de la concordancia y de la oposición que hay entre fe y razón.

 

155. Qué piensa el hombre de la concordancia y de la oposición que hay entre entendimiento y palabra.

 

156. Qué piensa el hombre de la servidumbre por la que está sometido a la perfección divina y a la deficiencia de nuestra humanidad.

 

157. Qué piensa el hombre de las cosas en las que este mundo es bueno y de las cosas por las que este mundo es malo.

 

158. Cómo piensa el hombre de las cosas que le son provechosas y de las que no lo son.

 

159. Cómo piensa el hombre en la gloria del Paraíso y en las penas infernales.

 

160. Cómo piensa el hombre en la muerte.

 

161. Cómo piensa el hombre sobre la naturaleza de la memoria humana.

 

162. Cómo piensa el hombre sobre la naturaleza del entendimiento humano.

 

163. Cómo piensa el hombre sobre la naturaleza de la voluntad humana.

 

164. Cómo piensa el hombre que en el alma racional la memoria no es entendimiento ni voluntad, y el entendimiento no es memoria ni voluntad, y la voluntad no es memoria ni entendimiento.

 

165. Qué piensa el hombre acerca de que las tres virtudes del alma son una sustancia simple.

 

166. Qué piensa el hombre acerca de que lo sensual entorpece a lo intelectual.

 

167. Qué piensa el hombre acerca de la virtud y la nobleza que lo intelectual tiene sobre lo sensual.

 

168. Qué piensa el hombre acerca de las limitaciones que delimitan al pensamiento humano.

 

 

DE LA XXIX DISTINCIÓN, QUE TRATA DE QUÉ MANERA EL    HOMBRE,

POR MEDIO DE LA PERCEPCIÓN, TIENE CONOCIMIENTO DE LAS COSAS

QUE QUIERE ENTENDER Y CONOCER

169. Cómo el hombre percibe y conoce lo intelectual por medio de lo sensual.

 

 

170. Cómo el entendimiento humano percibe y entiende unas intelec-   tualidades a través de otras.

 

 

171. Cómo el hombre percibe y entiende la obra de la naturaleza y su curso.

 

 

172. Cómo el hombre percibe y entiende qué cosas son las que no van según el curso de la naturaleza y están fuera de sus límites.

 

 

173. Cómo el hombre percibe y entiende las causas por las que adquiere certidumbre y por las que cae en duda.

 

 

174. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de las cosas que son secretas.

 

 

175. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de las cosas que son posibles y de las que son imposibles. 

 

 

176. Cómo el hombre percibe y conoce que nuestro Señor Dios es      ser existente.

 

 

177. Cómo el hombre busca poder percibir y conocer la esencia   divina y qué es en sí misma.

 

 

178. Cómo el hombre percibe y conoce que lo que se llaman virtudes      en Dios son cosas esenciales y no accidentales.

 

179. Cómo el hombre percibe y entiende por significaciones intelectuales, demostradas, significadas por virtudes intelectuales y por razones necesarias, que nuestro Señor Dios es en trinidad de personas.

 

 

180. Cómo el hombre percibe y entiende por significaciones de virtudes esenciales y por razones necesarias, que las tres personas divinas son una sola sustancia.

 

 

181. Cómo el hombre percibe y entiende por significados intelectuales, manifiestos en las virtudes de Dios, en sus propiedades y en su sustancia,

que las tres personas divinas tienen igual virtud, bondad y perfección.

 

 

182. Cómo el hombre percibe y entiende en los significados intelectuales de las virtudes esenciales que hay en Dios, cuáles son las obras de Dios nuestro Señor.

 

 

183. Cómo el hombre percibe y entiende, a través del significado de   las virtudes que hay en la esencia divina, que el pecado de Adán está generalizado en la especie humana.

 

 

184. Cómo en las virtudes de Dios puede el hombre percibir y entender que Dios nuestro Señor es poderoso para ser Dios y     hombre a la vez.

 

 

185. Cómo se significa, percibe y entiende la razón final por la que      Dios quiere que la naturaleza divina se una con la naturaleza humana   en nuestro Señor Jesucristo.

 

 

186. Cómo el hombre percibe y conoce, en los significados de las virtudes de Dios y en los significados de las tres religiones, que   nuestro Señor Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.

 

 

187. Cómo el hombre percibe y entiende cuál es la mejor manera y     la más verdadera que se puede tener en la disputa de la fe.

 

 

188. Cómo el hombre tiene conocimiento y percepción de qué    religión es verdadera y cuál es mejor que las otras.

 

 

189. Cómo el hombre percibe y entiende las señales según las cuales   se significa si está en estado de salvación o de condenación.

 

 

190. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de la   tentación.

 

 

191. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de qué son       el pecado y la culpa.

 

 

192. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de cuáles son los mayores bienes y cuáles los mayores males.

 

 

193. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de qué cosas son verdaderas.

 

 

194. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento del arte y la manera por los que puede cambiar de malas costumbres y una mala formación a buenas costumbres y una buena formación.

 

 

195. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de que la esencia divina no está corrompida ni alterada ni sucia ni estropeada ni envilecida, a pesar de haberse unido con la naturaleza humana.

 

 

196. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de que el mundo tiene comienzo.

 

 

197. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento, por los significados sensuales e intelectuales, del día de la resurrección.

 

 

198. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de las cosas que le ocurren para su bien y su provecho, pero opina que le ocurren para su mal y su daño.

 

 

199. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de unos contrarios por otros.

 

 

200. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de qué oraciones y plegarias son agradables a Dios, y cuáles le son desagradables.

 

 

201. Cómo el hombre tiene percepción para conocer al hombre sabio   y al necio.

 

 

202. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de si es amado o desamado.

 

 

203. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento para conocer   al hombre leal o al falso.

 

 

204. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento del arte y de    la manera por las que el hombre que está en guerra, puede tener paz y concordia con sus enemigos.       

 

 

205. Cómo el hombre tiene percepción y conocimiento de las cosas     en las que hay perfección y de aquellas en las que hay defecto.

 

 

206. Cómo la percepción y el conocimiento del hombre son finitos        y limitados.

 

 

                                                                                  

    DE LA XXX DISTINCIÓN, QUE TRATA DE LA CONCIENCIA

207. Cómo el hombre tiene conciencia de los fallos que comete con los cinco sentidos corporales.

 

 

208. Cómo el hombre tiene conciencia de los fallos que comete con los cinco sentidos espirituales.

 

 

209. Cómo el hombre tiene conciencia de los fallos que comete con las tres virtudes del alma.

 

 

210. Cómo el hombre tiene conciencia de hablar o de callar.

 

 

211. Cómo el hombre tiene conciencia de dar o de quitar.

 

 

212. Cómo la conciencia del hombre adquiere certidumbre o duda.

 

 

213. Cómo la conciencia del hombre es muy limitada.

 

 

 

    DE LA XXXI DISTINCIÓN, QUE TRATA DE LA SUTILEZA

214. Cómo el hombre tiene sutileza e ingenio natural o     accidentalmente.

 

215. Cómo el hombre se hace sutil en lo sensual y en lo     intelectual.

 

216. Cómo el hombre adopta recursos para tener sutileza, y dirige su ingenio y su entendimiento hacia su adversario para hacerle entender la razón en la disputa.

 

 

217. Cómo el hombre hace sutil su entendimiento y su ingenio en la disputa investigando la bondad de Dios.

 

 

218. Cómo el hombre tiene sutileza por la que obtiene conocimiento de que los augurios, los presagios y la suerte no son nada.

 

 

219. Cómo la sutileza del hombre es muy y limitada.

 

 

       

 

 DE LA XXXII DISTINCIÓN, QUE TRATA DEL ANHELO O DEL

 FERVOR QUE HAY EN EL HOMBRE,

220. Cómo el hombre desea y anhela el amor.

 

221. Cómo el hombre tiene recursos por los que puede mortificar o vivificar su anhelo y su fervor.

 

222. Cómo el hombre tiene gran deseo y gran fervor contemplando a Dios nuestro Señor.

 

223. Cómo el hombre tiene gran anhelo y gran fervor por ver a Dios nuestro Señor.    

 

224. Cómo el hombre tiene gran anhelo y gran fervor por honrar a su Señor Dios.      

 

225. Cómo el hombre tiene gran anhelo y gran fervor por ir a nuestro Señor Dios.

 

226. Cómo los límites de deseo y fervor del cristiano pueden ser mayores y mejores para amar a Dios que en el hombre que no es cristiano.

 

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